La historia de Maqpower y su impacto en el aire comprimido
El inicio de Maqpower y su compromiso con el aire comprimido
La historia de Maqpower y el aire comprimido es una historia de visión, determinación y servicio. ¿Cuándo nace una empresa? ¿En el momento en que se registra, con el primer cliente, cuando se tiene el dinero para iniciar o cuando se concibe la idea de lo que se quiere lograr? Para Maqpower, podría decirse que fue un largo inicio.
Desde que el fundador Roberto Tamez González inició su educación en el extranjero, tuvo en claro que quería regresar a México para aportar a la industria nacional. Siempre tuvo eso en mente. Además, desde el inicio de su trayectoria laboral, se apropió del principio de ‘hacer bien las cosas’ y a lo largo de su vida ha luchado por lograrlo confiando en Dios.
Después de varios años de trabajo en diferentes empresas, se dio cuenta de que podría seguir cumpliendo con esos principios de una mejor manera, sin tantos obstáculos, abriendo su propia empresa, guiada por esos tres pilares. Fue así como, en 1980, en un México estancado y al borde de la crisis de 1982, Roberto Tamez reunió a su familia en la mesa del comedor para discutir el rumbo que habrían de seguir. El escenario no estaba claro, pero lo que sí tenían firme era el propósito de iniciar algo nuevo.
Un propósito claro: servir con integridad
Sirviendo con integridad a la industria de México
Con esta visión, el Ing. Roberto Tamez y su familia dieron los primeros pasos con fe y entusiasmo. En 1981 nació Compresores Perforadoras y Componentes Hidráulicos Maqpower, S.A. Sin suficiente dinero, sin clientes, sin muebles ni proveedores, pero con una meta clara.
Desde el inicio se ha tratado de cultivar la confianza de los clientes. Para ilustrarlo, basta recordar que las primeras facturas eran hojas en blanco escritas a máquina, porque los pedidos llegaron antes que las facturas oficiales. Otro ejemplo del compromiso con estos valores es una de las primeras ventas significativas de la empresa.
Una Llamada de Emergencia que Marcó la Diferencia
En los años 80, una fábrica de plásticos llamó solicitando ayuda porque su compresor se sobrecalentaba y afectaba su producción. Sin dudarlo, Roberto Tamez acudió de inmediato, diagnosticó el problema y trabajó hasta altas horas de la noche para solucionarlo. Gracias a su rápida respuesta, la producción pudo continuar sin mayores contratiempos.
Al día siguiente, regresó a la fábrica para asegurarse de que todo estuviera operando correctamente. Su esposa, Adela, le insistía en que debía cobrar el servicio, pero él respondió que, así como un doctor atiende a un paciente en emergencia sin cobrar la llamada, Maqpower estaba para servir. Este acto dejó una fuerte impresión en la empresa.
Construyendo confianza con servicio excepcional
Poco después, la misma fábrica llamó nuevamente, esta vez con la intención de comprar un compresor. Aunque la marca que Maqpower manejaba no era la misma que ya tenían en su planta, el gerente confió en la empresa. Antes de tomar una decisión, convocó a Tamez a una reunión. En la sala de espera, vio salir a un vendedor de la marca que ya usaban, lo que indicaba que la empresa probablemente optaría por mantener la uniformidad de sus equipos.
Cuando finalmente lo hicieron pasar, el gerente le explicó que su primera opción era adquirir un compresor de la misma marca de los que ya tenían en operación. Sin embargo, Tamez le explicó que Maqpower no solo podía garantizarle repuestos y mantenimiento, sino que además su compresor ofrecía una garantía de 10 años, algo que la otra empresa no ofrecía.
El gerente reflexionó y, contra todo pronóstico, decidió otorgar el pedido a Maqpower. Su decisión no se basó solo en las características técnicas del equipo, sino en la confianza que había generado la empresa con su servicio excepcional. Con el tiempo, el compresor de Maqpower no solo demostró su eficiencia, sino que también superó el desempeño de los otros equipos.
Pero la historia de Maqpower y el aire comprimido con este cliente no terminó ahí. Años después, ese mismo gerente, ya trabajando en otra empresa, visitó a Roberto Tamez en Maqpower. Platicaron sobre sus necesidades, evaluaron las soluciones y, sin necesidad de una cotización formal, sacó su chequera, firmó un anticipo y dijo: “Espero el compresor lo más pronto posible”. Su confianza en Maqpower se había convertido en una relación a largo plazo.
Desde entonces, y hasta la fecha, en Maqpower se tiene muy claro que aunque el modelo de negocio es B2B (business to business), la atención siempre será personal, de persona a persona, asegurando que los clientes reciban el mejor servicio y atención.
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